El síndrome de Bartleby: el lápiz del coreógrafo, con Tania Arias
23 may - 26 may 2017
La misma palabra coreografía genera una paradoja: escribir el movimiento y la imposibilidad de fijar mediante la escritura el mismo.
La cultura escrita en la tradición de la danza ha sido mínima, afectando considerablemente a la memoria de esta disciplina artística así como a su transmisión. A pesar de los intentos de encontrar un sistema de notación del movimiento con el objetivo de conseguir partituras de danza para su mejor transmisión y conservación, estos amagos han sido tan escasos, irregulares e incompletos que no se ha impuesto ningún sistema de notación coreográfica.
Ya en el siglo XVIII la danza se resistía a ser fijada por la escritura debido a su carácter exceso (Lepecki, 2004). Una imposibilidad que pareciera estar perseguida por una maldición. Podríamos bautizarla como la maldición de Bartleby, la necesidad de inventar o descubrir un método de escribir el movimiento pero, a su vez, el “preferiría no hacerlo” que late tras la mano de los coreógrafos y creadores. ¿Será que, como dice Lepecki, la danza empieza a significar lo que no puede ser hablado ni explicado?
Taller dirigido a bailarines y a cualquier persona interesada en procesos de creación donde el cuerpo y su movimiento son fundamentales.
Impartido por
Tania Arias Winogradow. Bailarina formada en danza y estudios escénicos entre Madrid, Nueva York (Movement Research) y Montpellier (CCN). Actualmente desarrolla su proyecto coreográfico en colaboración con otros artistas -Mónica Valenciano, Celeste Mauri González, Sindo Puche, Raquel Sánchez, Cecilia Molano, Ricardo Santana-. Como intérprete ha trabajado junto a Víctor Ullate, La Ribot, Mónica Valenciano, Carlos Marquerie, Mathilde Monnier, Chantal Yzermans o Simone Forti, entre otros. Entre sus creaciones propias se encuentran Titania (2008) junto a Santiago Rapallo, Alicia en Grusia Project (2009) y Sonntag, un día soleado (2010) junto a Estela Lloves y El último salto de Nijinsky… para Juan Loriente (2012). En 2013 coordinó las performances de Simone Forti que se presentaron en el Museo Reina Sofía dentro de la exposición 1961: La expansión de las Artes.
Duración: 12 horas.
