Agricultura, alimentación y salud
La calidad de los alimentos que consumimos se ha ido depreciando durante los últimos años. La mayoría de la gente es consciente de que la industrialización y la intensificación de la agricultura ha provocado que los alimentos sean cada vez menos nutritivos y estén más contaminados.
Aunque la apariencia exterior de los productos suele ser impecable y homogénea, la calidad organoléptica y nutritiva, así como la capacidad de estos para mejorar la salud, ha disminuido de manera alarmante.
En estos tiempos, en los que estamos absorbidos por jornadas de trabajo interminables, tecnologías, redes sociales y se respira un ambiente de prisa y estrés colectivo, el tiempo y energía que dedicamos a cuidar nuestra alimentación suele ser cada vez más reducido.
Sin embargo, ante esta situación, son cada vez más los consumidores que se plantean mejorar la calidad de su dieta, conscientes de la influencia que esta puede tener en su salud. Muchas gente cree que una mala alimentación puede tener consecuencias graves para la salud y que, a largo plazo, les puede llevar a estados patológicos crónicos.
Efectivamente, en este sentido, cada vez aparecen más estudios que relacionan enfermedades crónicas con los malos hábitos de vida y de alimentación, con la falta de oligoelementos esenciales en las dietas o con la presencia de residuos químicos o transgénicos.
Si a esto unimos que también aparecen cada vez más estudios ambientales que relacionan la mala calidad del aire que respiramos, la presencia de microplásticos que ingerimos al comer pescado y las radiaciones de las antenas y de los móviles como elementos que influyen en nuestra salud, la dimensión del problema se incrementa.
Tomar conciencia sobre nuestra salud puede suponer hacer pequeños cambios en nuestros hábitos diarios y en el tipo de alimentos que consumimos. Cuando procuramos alimentos libres de pesticidas, de temporada y producidos en nuestro entorno, no solo estamos cuidando nuestro salud, sino que también estamos cuidando nuestro aire, nuestra tierra, nuestra agua, nuestro paisaje y a nuestros agricultores.
