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Panorámica. "Ciencia ficción"

13 dic - 27 dic 2011

No hacen falta historiadas maquetas o minuciosos trabajos de posproducción por ordenador para crear los mundos imaginarios de la ciencia ficción. Sabios directores han aprovechado escenarios naturales y construcciones urbanas para trasladarnos a otros universos. La terraza del aeropuerto de Orly, París, sirvió a Chris Marker para su obra de culto La Jetée; y en un desconocido Lanzarote, Ben Rivers rodó Slow Action.

Partiendo de la obra maestra de Marker, filmada en 1962, este programa reúne tres originales ensayos de jóvenes cineastas que unen tierras lejanas, reales e inventadas, para renovar un género, la ciencia ficción, sorprendentemente apto para hablar del presente.

  • La Jetée, de Chris Marker. Francia, 1962. 28 min. El clásico mediometraje de Chris Marker cuenta los viajes a través del tiempo de un prisionero tras una guerra nuclear. Sus captores le eligen por la gran nitidez de una imagen grabada en su memoria antes del desastre. La película, realizada exclusivamente a partir de fotos, le sirve a Marker para hablar de la seducción de las imágenes a través del tiempo y la memoria. El protagonista se retrata en un museo, y las imágenes de destrucción de la recién acabada guerra en Europa sugieren que los recuerdos pueden ser tan útiles en la supresión de la historia como en su revelación.
  • Superpower-Dakar Section, de Mark Aerial Waller. 2004. 13 min. Un documental de ciencia ficción rodado en Dakar, Senegal. La arquitectura modernista de la ciudad escenifica una historia de viajes a través de la constelación de Orión protagonizada por actores profesionales de la televisión local. La frontera entre la fantasía y el documental se hace difícil de dilucidar, y nos adentramos en un paisaje psicológico contradictorio, propicio para múltiples interpretaciones.
  • Kempinski, de Neil Beloufa. 2007. 14 min. En las afueras de Bamako (Mali), una serie de personas cuentan su visión del futuro directamente a la cámara. Entre coches que hablan, casas que se mudan y animales fantásticos, hay también una visión de un mundo sin hombres y sin tecnología, habitado exclusivamente por animales. En estas historias, se mezcla el misticismo con la ciencia ficción y con un mundo desconocido y, a la vez, cotidiano que nos avisa de las asociaciones entre lo extraño y lo extranjero.
  • Slow Action, de Ben Rivers. Reino Unido, 2010. 45 min. Película de ciencia ficción que retrata cuatro comunidades imaginarias aisladas en un mundo post-apocalíptico. Cada sociedad desarrolla su cultura en soledad rodeada de un entorno hostil. Existe una estrecha relación entre el paisaje y las sociedades que la habitan y los cuatro escenarios elegidos son: un Lanzarote desierto, la pequeña isla de Tuvalu en el Pacífico, la isla industrial de Gunkanjima, cerca de Nagasaki, y el país ficticio de Somerset en Inglaterra. Son pequeños mundos que sobreviven a la catástrofe, y sus distintas maneras de organizarse remiten obligatoriamente a Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift.
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Panorámica. "Ciencia ficción"

13 dic 19 - 20:45 h