En esta edición se han seleccionado los siguientes proyectos:
Título: ...Como perros-trauma, humillación y producción del sujeto contemporáneo
Comisariada por: Silvia Estarás e Ignacio Estella
"...como perros- trauma, humillación y producción del sujeto contemporáneo" es un proyecto expositivo que muestra a consideración pública toda una serie de propuestas artísticas que, de forma consciente o no, plantean y cuestionan la humillación como una forma de relacionarse con el entorno. En la obra de los artistas seleccionados se vislumbra múltiples facetas de la humillación como modo de violencia / control difuso y de baja intensidad y que se manifiesta en el plano de las relaciones domésticas, políticas o sociales. Unas veces como propio objeto de la humillación y en otras, como medio que explicita la humillación que se infiere a terceros, ya sea un animal, un transeúnte, en definitiva, un ser más débil.
Título: Identidad desvelada y alter ego
Comisariada por: Ana Urroz Osés
"Identidad desvelada y alter ego”. El sueño de la vigilancia monitorizada produce monstruos de falsa identidad aborda un tema de plena actualidad: la invención e implementación en nuestras vidas de nuevos sistemas de control personal de la mano de las nuevas tecnologías y concretamente de Internet. En la exposición se accedía on-line a 6 sites, donde otros tantos artistas o colectivos abordaban explícita o tangencialmente este tema dando pie a una reflexión general sobre la dicotomía que las nuevas tecnologías nos plantean. Por un lado, la promesa de mayores cotas de libertad y por otro, la monitorización de nuestras vidas y/o el control directo y real de nuestros movimientos.
Título: ¡Vete a tu habitación!
Comisariada por: Mónica Blas y Susana Blas
“¡Vete a tu habitación!" es un viaje al mundo de la infancia de la mano de cuatro artistas plásticos y cuatro cineastas en una iniciativa que opera como "encuentro entre disciplinas" El proyecto surge tras la invitación a estos creadores para que repensaran la infancia a través de un retorno imaginario a su propia niñez. Todas las propuestas tienen como denominador común su ubicación en ocho cubículos idénticos, uno por artista, para que una vez "transformados" se convirtieran en espacios de proyección de las películas y espacio íntimo y personal de cada artista a modo de atalaya donde el artista niño se encierra con sus fantasías.
