El grado de apertura de una sociedad lo va marcando su progreso moral. Nuestras sociedades se abren ante cosas que antes nunca habrían saltado sus muros. Luchamos por desterrar el racismo, la intolerancia, el fanatismo. Luchamos contra la desigualdad.
Las sociedades se abren y, sin embargo, muchas de sus puertas permanecen cerradas o amenazan con cerrarse de nuevo. Creer que vivimos en una sociedad abierta puede no ser tan cierto como pensamos. En las sociedades siempre ha habido un dentro y un fuera. El trabajo ha sido rebajar los muros de dentro, pero esos muros siguen en pie.
En momentos como los que vivimos de destrucción constante del tejido social, retornan las empalizadas, los discursos vuelven a replegarse sobre sí mismos agarrándose a lo que siempre ha funcionado: el miedo, la desconfianza, el otro. Fuera. Expulsado más allá del muro. Muchos de los que luchaban por entrar, muchos que incluso creían que ya estaban dentro, vuelven a estar amenazados, en riesgo.
Como en ciclos anteriores, la mecánica consistirá en recuperar historias mediante entrevistas entre el protagonista de la historia y el autor que le dará forma teatral. Tras la obra habrá un coloquio en el que participará el equipo artístico y el protagonista de la historia, para que, juntos, contrasten impresiones e ideas con los asistentes.
Un proyecto de: La Casa Encendida, Le Monde diplomatique en español, Nuevo Teatro Fronterizo.