El estudiante, de Santiago Mitre
Dentro de la programación de
Cine contemporáneo. FebreroDuración: | 2 horas |
“Érase una vez un grupo de películas y directores que se dio en llamar ‘nuevo cine argentino’. Esto ocurrió en Argentina, claro, a mediados de los años 90. Es poco lo que sobrevivió de aquellas épocas. Como si después de un par de batallas ganadas todo se hubiera disipado. Contar los vaivenes de esos tiempos, de los cuales ni siquiera algunos participantes asume ser parte, excede ampliamente este espacio. De aquellos momentos, y como en toda batalla que se precie, quedaron restos y esquirlas que permanecen en algunas de las obras de esta nueva camada de realizadores. Desde ideas alternativas de producción, hasta la búsqueda de diferentes formas de encarar la ficción, pasando por el más personal acercamiento al documental y sus posibilidades de dar cuenta de las historias íntimas. Estos son algunos temas, recursos y obsesiones que atraviesan a todas estas obras. Un cine argentino que, a pesar de todo, permanece vivo desde lugares y formas renovadas”. Cecilia Barrionuevo, comisaria del ciclo.
El estudiante, de Santiago Mitre. Argentina, 2011. 110.
Cuenta la historia del joven Roque Espinosa y su ascenso en el mundo de la política dentro de los claustros universitarios. Se trata, claro está, de cine político (y también un cuento moral), pero no sólo desde la historia que narra. La forma de producción elegida, realizada con un presupuesto mínimo, filmada en escenarios reales, con un ajustado y preciso plan rodaje (después de ser rechazada como proyecto por el instituto de cine); también son elementos que manifiestan una toma de posición y una acusación directa a ciertas ideas preconcebidas que la industria del cine argentino sostiene acerca de la forma en la que se deben hacer las películas. El futuro del talentoso realizador Santiago Mitre, al igual que el de su protagonista, también parece debatirse en pertenecer o no a un sistema y unas reglas establecidas que, a pesar de conocerlas y dominarlas a la perfección, no parece terminar de aceptar.