El investigador transdisciplinar Fran Quiroga comparte esta semana sus cinco recomendaciones culturales para un nuevo Give me five. Entre sus líneas de trabajo se encuentran los cruces entre el activismo, el arte, la participación social y los comunes.
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Qué mejor que un poco de cumbia para empezar. Lo hacemos con Malandrómeda y su Bótalle caldo, que nos lleva a esa maravilla de vida que son las fiestas populares; un retrato musical de la aldea, el whisky y Ana Kiro. Seguimos de verbena mientras nos adentramos en La producción del espacio (1974), una obra referencial para aquellas personas que estén interesadas en cómo en el espacio público se desentraña una estrategia de poder. Más allá del espacio físico, hay todo un entramado social e ideológico y en él se dan asimetrías de poder, ausencias y procesos de normativización, una obra que, habiendo sido escrita hace casi 50 años, sigue teniendo total vigencia.
Otra de las obras sobre las que vuelvo una y otra vez es Micropolítica. Cartografías del deseo, de Felix Guattari y Sueli Rolnik, un trabajo en el que abordan cuánto de politica hay en el deseo y de esa necesidad de facilitar espacios de enunciación en los que las comunidades puedan leer sus procesos para de esta manera hacer frente a esa máquina de producción de subjetividad que es el capitalismo.
Continuamos con La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad, un ensayo corto que nos habla de algo que practico poco, lamentablemente, la lentitud; de esa forma de acercarse a la vida, del retorno lo cercano, de no sobrevolarlo, adentrarse en lo cotidiano, en ese cuidar lo cercano. Dice Josep María Esquirol que “pasamos por las cosas sin habitarlas”, con cierta ansia, mientras olvidamos la paciencia con un afán de producir más y más. Quizá es hora de detenerse y poner la atención, con plenitud, en lo menor. De eso habla también How to do nothing. Resisting the Attention Economy, un ensayo que me recomendó el poeta y performer Jesús Castro Yañez. Para Jenny Odell, la apuesta pasa por el desmantelamiento de esa hiperconectividad de lo digital y de cómo ejercitar una desobediencia a través de una atención más sostenida. Profundizar en la atención desvela un mundo que era invisible hasta ese momento, practicar esa experiencia es un modo de resistencia. Nos cuenta la autora cómo al mudar el patrón de la atención se representa al mundo de otra manera, lo que hace que empecemos a actuar en él de otra forma.
Terminamos con el Seminario Euraca, un espacio de investigación que expande las lenguas y que queeriza el habla gracias a lenguajeadores del presente tan admiradas como Mafe Moscoso, Luz Pichel, Jara Rocha o María Salgado, entre otras muchas. Y para ser honesto, no lo leo mucho, pero suelo volver una y otra vez a ese rincón para aprender las posibilidades que hay en el ensanchamiento de las lenguas.
Y como bonus track, terminamos con Crîtto de lâ Nabahâ, de Califato ¾, porque es canela fina.
Fran Quiroga (1982) es investigador transdisciplinar. Entre sus líneas de trabajo están los cruces entre el activismo, el arte, la participación social y los comunes. Ha dirigido investigaciones experimentales como Ruraldecolonizado, el Gabinete de Imaxinación Política, Fiestas Raras, el Programa de Estudos en Man Común (PEMAN), o el #salóndoMARCO. Actualmente es mediador en Concomitentes con el proyecto Legado Cuidado. Es coautor y coeditor de las obras A través das marxes (Bartleboth, 2018), Revoltando á terra (Bolanda, 2018), La fiesta, lo raro y el espacio público (Bartleboth, 2019). Es técnico de I+D en la Universidade de Santiago de Compostela de la red ReVOLTA de grupos de investigación en agroecología y ha sido coordinador del Laboratorio Ecosocial do Barbanza.
