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Cinco recomendaciones culturales de la periodista y escritora Andrea Abreu. Fue seleccionada como una de las mejores voces en español menores de 35 años por la prestigiosa revista Granta.
Yo soy ésa. Ésa que hace recomendaciones sin que nadie se las pida. Normalmente soy ésa, pero en esta ocasión no, aquí no soy la impertinente, la maldita pesada. Aquí llega mi momento. Les voy a dar cinco recomendaciones no porque yo quiera (que también), sino porque me las pidió La Casa Encendida:
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Una novela: La perra, de Pilar Quintana. Me gusta hablar de este libro, cuando lo nombro es como si tuviera la boca llena de chocolate, no me limpio con la manga del suéter, no quiero, prefiero que se me vea la suciedad que me dejó leerlo. En La perra, Quintana construye una novela redonda, perfectamente pulida, que se desarrolla en una pequeña región del Pacífico. Parece una historia simple, pero no lo es –las cosas aparentemente sencillas nunca lo son–. Construida como una sutil y dolorosa metáfora de situación, esta novela aborda la maternidad frustrada de Damarias a través de su relación con una perra callejera que decide adoptar. Aquí un fisquito de esta obra maestra:
"Damaris no le contestó, pero esa noche, cuando apagaron el televisor y él intentó acercarse, ella le hizo el quite y se metió al cuarto donde dormía sola. Se estuvo mirando las manos durante un rato. Las tenía inmensas, con los dedos anchos, las palmas curtidas y resecas y las líneas tan marcadas como grietas en la tierra. Eran manos de hombre, las manos de un obrero de construcción o un pescador capaz de jalar pescados gigantes".
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Un libro de relatos: Sacrificios humanos, de María Fernanda Ampuero. Por lo normal, el terror es un género que nos permite destapar esa otra realidad –horrible, cruel, malvada– que permanece escondida debajo del piso de lo cotidiano. Sin embargo, el horror de estos relatos no está enterrado en el subsuelo de la casa, allá donde sólo hay tierra y bichos alimentándose de materia orgánica. Sacrificios aborda una crueldad altamente visible, pero ignorada. Apenas debajo del felpudo de la entrada, se sienten los bultos de esa otra realidad que no es tan otra porque nos secamos los pies sobre ella todos los días. Lo verdaderamente asombroso de este libro, aparte de la belleza y la precisión de sus palabras, es su capacidad para despertarnos el terror de las cosas verdaderamente terroríficas: la violencia hacia las mujeres, el odio a las personas migrantes, la aporofobia, el racismo, la pedofilia, en definitiva: esa violencia que tan mansamente incorporamos en el día a día como si no fuese terriblemente pavorosa.
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Un libro de crónicas/perfiles: Frutos extraños, de Leila Guerriero. Amo este libro. Amo todos los libros de Leila Gueriero y todas sus columnas, incluidas las que no me gustan. Una siempre tiene una debilidad y la mía es esta periodista. Es la maestra indiscutible del periodismo narrativo y, en Frutos extraños, se puede comprobar. No quiero decir más nada por el momento, sólo que la lean, si pueden.
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Una película: La camarista, dirigida por Lila Avilés. Llevo varios años buscando ficciones que coloquen en el centro de la historia la experiencia de las trabajadoras del hogar y los cuidados y ésta es una de mis preferidas. Se trata de una historia excepcional, bien contada y muy detallista. El universo entero es ese hotel de lujo de Ciudad de México en el que trabaja Eve, la joven protagonista del largometraje. Eve es madre pero no puede dedicarle el tiempo que desea a los cuidados. Se pasa el día entero limpiando en el hotel, con la lejana promesa de que las cosas mejoren, gracias a su empecinado esfuerzo por estudiar, por ser cada día mejor en lo que hace. Esa promesa de un mañana mejor se hace todavía más evidente por el hecho de que Eve quiere conseguir un vestido que alguien se olvidó en una habitación, pero sólo recibe largas y más largas. Un cuento de nunca acabar que es la vida misma de las mujeres pobres, precarias, solas.
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Una canción: Mentirosa, de Pastor López. Es un clásico de mi infancia, importado directamente desde Venezuela. Les invito a escucharla por la mañana, así se les anima el día. Nos hace falta bailar chiqutitito, suave-suave, con la caderita suave, porque la vida es una cosa hermosa, después de todo, aunque esta canción —desde una óptica actual—, se lea más bien como el lamento de un machito herido. Les invito a identificarse con esa mujer cruel y a regodearse en ello.
Andrea Abreu (1995) es una periodista, escritora y exdependienta canaria. Ha publico el libro de poesía Mujer sin párpados (2017) y el fanzine sobre el dolor menstrual Primavera que sangra (Demipage, 2020). Es autora de la novela Panza de burro (Barrett, 2020), editada por la periodista y escritora Sabina Urraca, que ha vendido más de 30.000 copias y será traducida a más de nueve idiomas. Abreu fue seleccionada como una de las mejores voces en español menores de 35 años por la prestigiosa revista Granta.