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Give me five #44 Paloma Chen

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24 abr 2021
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La poeta Paloma Chen nos comparte sus recomendaciones culturales para un nuevo Give me five semanal; un homenaje a la quietud porque, como indica el artista Mladen Stilinović: "No hay arte sin pereza".

Duración: 1 segundo

El dolce far niente es inspirador. Esos momentos en que la superficie está quieta, pero hay algo inconsciente que sigue trabajando. A veces me pregunto si lxs niñxs de hoy en día se aburren. Por supuesto, lo harán constantemente. Quizá miran sus pantallas y reciben estímulos non stop que no procesan. No es el aburrimiento que yo experimentaba de pequeña, cuando mi único juguete era una caja de cartón y mi juego favorito era imaginarme que era un héroe de anime como Taichi Yagami. Ahora, de mayor, sigo inmersa en el mundo digital, aunque esto… no era para nada lo que esperaba.

Echo de menos el vacío que no hay que llenar. Nada me da más pereza que las palabras productividad, optimización, eficiencia o éxito. Me inspira la serie de fotografías Artist at work del artista croata Mladen Stilinović, donde aparece tirado en la cama, mirando al techo y dormitando. En Praise of Laziness, concluye: “No hay arte sin pereza”. Un texto imprescindible para reflexionar sobre el derecho universal a la quietud, tanto física como mental y espiritual.

Para seguir repensando valores capitalistas y occidentales como es el individualismo, recurro a bell hooks, que firmaba con los nombres y apellidos de su madre y abuela en minúscula, porque “mayúsculas deben ser las ideas, y no los nombres propios”. Del mismo modo, no quiero sobrevalorar ningún gran nombre, porque el que la voz de la poeta sudafricana Koleka Putuma me haya atravesado de este modo, quiere decir también que muchas otras voces me han atravesado a la vez desde lo grupal, desde lo colectivo, que el mismo título del poemario Amnesia Colectiva señala. Es la voz de varias generaciones de mujeres, también la voz de la negritud, que viene a recordarnos lo que la sociedad sudafricana (y, por extensión, la humanidad) ha olvidado. Sin quitar méritos a Putuma, Amnesia colectiva, como todas las grandes obras, es arte que nace de la comunidad.

En una plataforma como YouTube, donde se encuentran todo tipo de creaciones audiovisuales interesantes, tanto mainstream como rarezas, se puede ver la web serie People Watching, una joya animada de Winston Rowntree en el canal de Youtube de Cracked. Sigue las vidas de varios veinteañeros de ciudad y sus respectivos problemas y neurosis: la salud mental, los afectos, la soledad… A pesar de la tentación que supone el ser una serie muy corta, recomiendo no empacharnos con ella y saborear capítulos tan brillantes como el que habla del deseo de escribir y ponernos al día con ese profesor guay (único entre decenas) que tuvimos en el instituto.

De hecho, tuve un profesor de Filosofía al que le encantaba la cultura china y al que he pensado en numerosas ocasiones escribir, pero, como el protagonista del capítulo 8 de la primera temporada de People Watching, aún no lo he hecho. Si lo hiciera, quizá le recomendaría escuchar a Yang Zhongguo 杨众国 y su EP de 2018 Ruan Ge Ji 阮歌集, disponible en Spotify. Una colección de cinco canciones interpretadas por un artista de Xi’an que, en contra de lo esperado, porque es muy joven, toca música de ruan, un instrumento clásico chino de cuatro cuerdas, parecido al laúd, y que él también combina con elementos pop y electrónicos, y con letras al estilo de los poemas antiguos.

Con su música, Yang Zhongguo populariza sonidos que en su momento ya fueron representativos de su época, y a los que podemos volver para deleitarnos y sorprendernos, agradecidxs de que haya cosas que no están perdidas. En el mar de ruido e imagen de YouTube, agradezco los mapas que llevan a descubrir oro, como el álbum de 1975 de Yoshiko Sai 佐井好, Magekyou 萬花鏡. La carátula del disco, una fotografía de la misma Sai mirándonos fijamente, es fascinante, y fue producido por Yuji Ohno, famoso por componer la banda sonora de Lupin III. Además de ser madre de esta absorbente obra de jazz y folk psicodélico, Sai es poeta y artista visual.

Por último, y como extra, durante el confinamiento agradecí enormemente el regalo de Ryuichi Sakamoto y su concierto Playing the piano for the isolated junto a Hidejiro Honjoh, que toca el instrumento clásico japonés de tres cuerdas shamisen. Una manera ideal de cerrar un día en que no haya habido nada… sólo la sorpresa de seguir con vida.

Paloma Chen ha ganado el Premio Nacional de Poesía Viva L de Lírica 2020 por su poesía sobre la identidad intercultural y la existencia híbrida. Nacida en Alicante, de padres chinos inmigrantes y criada en Utiel (Valencia), las experiencias en su infancia impulsaron su investigación periodística Crecer en un chino. Ha trabajado para el Ayuntamiento de Valencia y la Transnational Migrant Platform-Europe. Colabora con medios como El Salto, El País y À Punt Media y co-gestiona la plataforma Tusanaje, con la que ha coorganizado jornadas culturales como el I Encuentro de la Diáspora China en España, en Matadero Madrid.

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Give me five #44 Paloma Chen

24 abr 8 - 8 h

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